CRÍTICA
Por Aglaia Bertlutti
MUESTRA VIRTUAL DE
CORTOS
2020
Fugitiva
1er Lugar
La cultura venezolana tiene en alta estima el humor, pero también, la percepción de la fortaleza como un tránsito entre la forma en que afrontamos la incertidumbre y la percepción del poder. Fugitiva, es una reflexión en tono alegórico sobre las desigualdades — de género, de capacidad física e incluso mental, de los espacios sin nombre de una sociedad incierta — que tiene la capacidad para recrear no sólo el ritmo y la forma de nueva versión de lo cultural, sino también, una recorrido a través de esa identidad tropical que resulta de considerable importancia para comprender a la expresión de nuestro país — continente — como un cúmulo de desigualdades, pero también, un hilo conductor de percepciones sobre la realidad.
Fugitiva es una pieza ambiciosa que además, comprende el recorrido cuidadoso entre la codiciosa, la condición de la venganza y la justicia ideal, desde una perspectiva novedosa. La cuidada fotografía, el ágil guion y en específico, el trayecto entre la concepción del bien y del mal contemporáneo — con todos los matices que lleva aparejado — transforma al corto en una celebración jocosa, temible y aguda sobre nuestra época, un país a fragmentos y lo que resulta aun más intrigante, ese poder secreto y definitivo que define a sus personajes y sostiene su argumento con extraña solidez.
El sueño de Leah
2do Lugar
El 2020 ha sido el año en que las casas embrujadas y los espacios reconstruidos por el miedo, tomaron una nueva importancia en el mundo cinematográfica. Desde el éxito de The Haunting of Bly Manor de Netflix hasta The Relic de Natalie Erika James, la tradicional mansión aterradora se ha convertido también en un vehículo para analizar el tránsito entre la rebelión de lo doméstico y la concepción de la realidad, desde una óptica tramposa y en ocasiones, por completo aterrorizante.
El Sueño de Leah cumple con el mismo patrón del espacio desconocido que se convierte en laberinto y también, en un recorrido a través de un tipo de oscuridad interior que la producción expresa en una cuidada colección de símbolos y a través de los cuales medita, hasta lograr una composición elegante sobre la identidad, la ruptura de la realidad y los espacios disruptivos, elaborados y contenidos a través de un tránsito entre lo irreal y la percepción consciente. Leah despierta en un lugar que carece de sentido, lo que convierte al personaje en una especie de Alicia en el país de las Maravillas, que además deberá huir de su propio minotauro. La combinación crea una tensión poderosa que se sostiene sobre la imposibilidad. ¿Dónde se encuentra Leah? ¿Es real incluso el lugar del que trata de escapar? ¿Es algo más que una ensoñación construida para contener sus temores? Alegórica y potente, el corto usa el terror disimulado a través de una preciosista puesta en escena. Todo un triunfo en economía de recursos visuales y argumentales.
Color
3er Lugar
El arte como la forma de encontrar un reducto de belleza, es el principal planteamiento de esta historia en una ciudad atemporal, que además, elabora una idea profunda sobre los lugares más personales de nuestra búsqueda (constante y persistente), acerca del tiempo interior. La directora Camila Caricatto logra encontrar en la animación una deliciosa percepción de la consciencia como medio de relación con la realidad – somos lo que vemos, vemos lo que somos – y al final “color”, se transforma en un recorrido extraordinario por los dolores y pequeños descubrimientos de toda la inquietud sobre lo existencial que puede contener un pensamiento fugitivo.
Kalpa
Otro de los temas recurrentes en este atípico 2020, ha sido el de la memoria colectiva y la forma en que se reconstruye a través de variaciones conceptuales de fondo y sentido. La magnífica recopilación Homemade de Netflix, mostró las diferentes percepciones alrededor del mundo sobre el confinamiento y la distancia social, mientras que Social Distance (también del canal streaming) meditó sobre los escenarios inéditos que la pandemia ha creado y sostenido como un recorrido doloroso a través de una situación de consecuencias imprevisibles.
Kalpa expresa las mismas inquietudes y se basa en motivaciones semejantes, quizás de manera espontánea y mucho más relacionadas con la soledad y el desarraigo moderno, en una mirada sobre la cualidad de la tecnología no sólo para atesorar recuerdos sino además, permitir una conexión indudable entre la identidad y el fenómeno colectivo del recuerdo. Con un pulso certero y un recorrido elegante acerca de la condición de la memoria como sustancia de la forma en cómo comprendemos la realidad, el corto es un recorrido de cuidadosa factura a través de la búsqueda de respuestas espirituales y el miedo a la pérdida como parte de la connotación moderna sobre la realidad.
Guasare
Contada de forma cuidadosa y con una enorme atención al detalle, el corto relata la sequía destructora que casi llevó a los escombros a la Península de Paraguaná en el año 1912. Con su aire histórico y en especial, su capacidad para la narrativa registro, el corto es un relato cuidadoso de la tragedia y también, de las consecuencias a largo plazo de un fenómeno semejante. El argumento, contado a través de los ojos de dos personajes, es una caleidoscopio de percepciones sobre el miedo a la muerte, la ruptura de la conexión con la tierra — que además, el corto resalta con cuidado — y el recorrido hacia la incertidumbre, todo en medio de escenas que se sostienen sobre la posibilidad de la esperanza y la búsqueda de al final, un lugar que pueda ser a la vez refugio y respuesta a las grandes interrogantes que se plantea el documento visual. Una obra destinada a la confrontación de ideas sobre los movimientos migratorios, las nociones sobre la cualidad parcial o total de la masificación del miedo y al final, el consuelo a las viejas heridas.
Round Trip
El road trip es un subgénero cinematográfico por derecho propio que cimienta no sólo la percepción sobre el origen, la identidad y la individualidad en la búsqueda de la autorealización, sino también el descubrimiento espiritual a través de un tránsito espiritual envuelto en la inofensiva pátina de un recorrido por tierra. Desde la ya icónica “Y tu mamá también” (2001) de Alfonso Cuarón hasta la célebre Thelma y Louise (1991) de Ridley Scott, el motivo del traslado físico como una forma de encontrar una expresión profunda sobre la individualidad, es un tradicional ritual de paso en el cine.
Round trip ensalza la tradición de la que proviene y también, reflexiona sobre todos los lugares — imaginarios, físicos y emocionales — que recorremos hacia la búsqueda de respuestas y el consuelo, en momentos de especial dificultad y dolor. Cuando el padre de dos hermanas muere, ambas comenzarán un recorrido iniciático hacia un lugar que puedan considerar hogar y también, refugio. Y lo harán, a través de la concisa mirada hacia los espacios interiores que conlleva una mirada a la memoria y sus pequeñas trampas dolorosas. Round Trip es una obra amable y sincera, un homenaje y sin duda, un recorrido por un nuevo tipo de sensibilidad sobre la pérdida y el duelo que sorprende por su calidad.
Mia Nonna
La fotógrafa Eleonor Antin, dedicó buena parte de su trabajo a la reflexión de lo que une y separa a las generaciones de mujeres entre sí, en especial, las que comparten un vínculo tan cercano como para crear un lenguaje por sí mismo. Para hacerlo, elaboró escenas cotidianas en las que los rostros de las mujeres invaden todo el espacio visual y les llamó “cualidad de origen”, un término con el que logró construir una idea más elemental sobre el bien y el mal, el amor y el dolor familiar. El corto “Mia Nonna” profundiza en esa cualidad real de los hilos de sangre que nos unen y nos sujetan, en un entramado cuidadoso de especulaciones y percepciones sobre lo que somos como individuos y nuestra percepción sobre la cualidad del ser como ente colectivo. Con una cuidadosa puesta en escena, el film tiene la cualidad de conmover, cuestionar y reflexionar a partes iguales, quizás, su mayor triunfo.
Labios rotos
Caracas es una ciudad complicada, no sólo como capital de un país en crisis, sino escenario circunstancial de todo tipo de concepciones sobre la pérdida y el desarraigo. Labios rotos logra reflexionar sobre todo lo anterior, y además lo traslada a un plano emocional y casi poético que sorprende por su sutileza, poder y en especial, por la cuidada cualidad del corto para afirmar ideas sutiles a través de lo alegórico. Para el argumento, hay una gran necesidad de atravesar estratos del miedo, la percepción sobre el individuo y la búsqueda de los espacios infinitos del miedo, como algo más que una idea abstracta, lo que permite que la narración enlace y conecte con la idea de la ciudad como un lugar sin forma, convertida en un terror extraordinario y sostenido como un núcleo alrededor del cual gravitan los personajes. Si la ciudad es un sueño, sus habitantes lo perciben como un reducto de lo inexacto, algo que el guion logra con efectividad y buen gusto.
Guayaba
La noción de la fruta como placer prohibido remite de inmediato a un trasfondo erótico y mitológico, que el corto “Guayaba” no sólo recorre con una intuición inteligente y sensorial, sino que además construye como un subtexto en un discurso acerca de las pequeñas tentaciones, los dolores y la mirada interior, temas que un encuentro casual lleva a una nueva dimensión y brinda al argumento a un espacio doloroso sobre cuestionamientos personales. ¿Quiénes somos cuando la vida es mucho más de lo que conocemos?.
Escultura
La duplicidad de la personalidad como ente mutable, el miedo a la incertidumbre interior y la búsqueda de la identidad entre las cientos de percepciones acerca del tiempo y la condición de lo colectivo, son las preguntas que se plantea un corto destinado a reflejar – como un tétrico espejo convexo – la incertidumbre del observador y en especial, la cuestión anónima del individuo en medio del tiempo sin forma. Con una delicada presunción sobre las grandes preguntas universales – ¿Quiénes somos? ¿cómo nos comprendemos? – la idea del recorrido a través de un mundo entre sombras que no es otra cosa que el espíritu de la contradicción que habita a cada uno de nosotros, sostiene una narración brillante a dos tiempos entre el miedo y la rebelión de las ideas.
Chiripas
La percepción sobre la infancia, el tránsito hacia la primera adultez y en especial, la búsqueda entre la connotación sobre lo que somos como parte de nuestro mundo personalísimo, suele ser analizada por el cine en percepciones sobre la identidad y el trasfondo sobre la historia privada. Chiripas es un juego de espejos entre la concepción sobre quienes fuimos y la aspiración hacia el futuro, todo elaborado a través de un guión que utiliza en ocasiones la tensión y la sátira como una construcción ingeniosa para dialogar sobre varios puntos a la vez. Los personajes se hacen preguntas sobre su vida, los espacios que habitan pero en especial, sobre su individualidad, lo que brinda al corto un aire atemporal y una gran reflexión conjunta. En medio de todo, las secuencias de robo y todas las peripecias en medio de la búsqueda de un objeto perdido — ¿la infancia? ¿el concepto de quien somos — es un recurso audaz que se sostiene sobre la concepción final de un espejo a través del que todos podemos entender el sentido de las transiciones mentales y emocionales que sufrimos al perder la inocencia. Quizás el mensaje más sutil y sincero que esta pequeña obra puede transmitir.
Puerto
La música es una mirada hacia el interior del artista, hacia la interpretación del mundo como un espacio futuro y en especial, una herramienta sensible para un recorrido espiritual de especial poder. El corto “Puerto” no sólo lo celebra, sino que además, comprende el valor del elemento invisible de lo musical para narrar desde la periferia, esos pequeños secretos que el argumento envuelve en un tránsito entre pequeños dolores y esperanzas, hasta encontrar algo mucho más poderoso y transcendental.
Sobremesa
La familia suelen ser el núcleo de un debate invisible sobre la cultura, como si se tratara de un vínculo a escala con pretensiones mucho más profundas y complejas sobre lo que nos une a la idea del dolor, el desarraigo moderno y la soledad contemporánea. El corto “Sobremesa” hace un recorrido sucinto por los ideales rotos, la fractura de ese hilo conductor de cuestionamientos hacia la belleza y el tiempo perdido, para al final, elaborar un cuadro de pequeños silencios que sostiene algo más poderoso. La cuestión sobre el sufrimiento, la intranquilidad de la búsqueda de razones y percepciones y por último, la fe que puede construir un dilema de proporciones insospechadas.
Adentro
La percepción de la realidad es con frecuencia, uno de los trucos predilectos del cine y “Adentro” juega con ese sentido del yo inmerso en lo irreal con buen sentido del absurdo y una generosa dosis de intriga. Concebido como un truco en que la correlación entre lo que se comprende y lo que la realidad reconstruye, el corto concibe la idea de lo ¿paranormal? ¿de lo que podemos entender entre los límites del sentido del absurdo? como algo más sustancioso de lo que podemos esperar y construir para sostener lo que somos y hacia dónde nos dirigimos. Adentro plantea la cuestión de lo inconcebible — también un tema recurrente en el cine actual — y a la vez, crea una estructura elemental sobre el miedo que se adentra a espacios diminutos que sorprende por su perfecta cohesión con el mensaje central de la historia: ¿Qué hay más allá de lo aparente? ¿A dónde nos conduce el sentido del caos universal?.
Letargo
El confinamiento y las relaciones que se establecen en medio de situaciones incontrolables, ha sido un tema recurrente en este atípico 2020. No obstante, el gran reto es el hecho de asumir y definir sentimientos que por lo general no tienen un nombre real y mucho menos, un espacio en los cuales manifestarse. Letargo, ensambla ambas ideas en un dialogo que confronta la idea de la esperanza con el el deseo, en una mezcla de miedo, tedio y al final, los espacios interiores que construyen y reconstruyen una relación, la versión de la intimidad y la concepción del yo alternativo que mostramos y sostenemos a través de ideas más poderosas sobre lo que somos, en medio de circunstancias caóticas y fuera de nuestro control.
Achú
Los modelos a escalas son una reinterpretación de la realidad. Y las directoras Elvira Prieto y María Laura Sánchez, utiliza la metáfora para recrear las pequeñas viscitudes de un grupo de jóvenes en busca de identidad en una cultura que presiona justamente, por la homogeneidad de lo que somos y hacia dónde nos conduce la necesidad de encontrar un lugar en el mundo.
Amá
Los hilos que unen a madres e hijos, han sido idealizados y a menudo, romantizados por narraciones en que abarcan desde la historia a la búsqueda de un portento diminuto – sin nombre y sin espacio propio – que suele celebrarse como parte de la identidad. Al contrario “Amá” brinda a sus personajes un lugar para expresar ese hilo conductor misterioso de la maternidad y su significado, peso y belleza, en medio de un tránsito de valor considerable hacia la percepción del yo como algo más profundo.
Caída
Los tableros de juegos suelen ser terrenos neutrales en los cuales se profundiza acerca de temas más amplios y profundos, una alegoría a la tierra de nadie y el anuncio de la verdad que se oculta debajo de las piezas, que se utiliza con frecuencia en la narrativa para equiparar a dos rivales, ya sean intelectuales o morales. Adriana Bello usa la alegoría para dotar a una historia en apariencia sencilla de algo más elaborado: un encuentro que no es tan casual como parece, un recorrido hacia los recuerdos y al final, el asombro de una vida que se asimila como algo más poderoso que una simple confluencia de percepciones sobre el yo.
Remembranza
Cocteau dio un especial realce a los últimos encuentros entre parejas con un pasado en común, lo mismo que Bergman al imaginar momentos irrepetibles en mitad del devenir del tiempo. El corto “Remembranza” analiza la misma propuesta de manera discreta y lo lleva a una nueva concepción sobre la identidad y la voluntad, todo envuelto en el ámbito del amor y la fractura de las viejas concepciones sobre lo que intentamos comprender como algo más que un momento perdido entre cientos de otros idénticos.
Allá no, acá
La realidad desdoblada, así como la comprensión de la forma en que la mente asume lo que le rodea y le transforma en algo más elaborado, hace que “Allá no, acá” se plantee inteligentes preguntas sobre la concesión de lo intelectual, lo moral y lo invisible a través de un amplio reglón abstracto. Desde la monotonía hasta la concisión del tiempo como una búsqueda de respuestas, el corto reflexiona sobre la condición de la mente humana como una elaborada reconstrucción de las experiencias reales e irreales que se sostienen sobre el necesario relato sobre la identidad, que se crea — o se transforma — a través de experiencias inclasificables. Filmada como una construcción casi onírica, el corto celebra una cierta idea surrealista y también, un recorrido expresivo hacia el bien y el mal colectivo.
Lila, color lila
Lila, color lila, es un relato. Pero también, es un registro, un documento emocional. Narrar lo cotidiano no es sencillo, aunque lo parezca y sea el tema habitual en buena parte de los escritores contemporáneos. Pero, el día a día es mucho más que una colección de secuencias corrientes que la literatura ensalza a nivel de símbolo. Es también un recorrido cuidadoso por todas las aristas de la realidad como una experiencia conjunta, poderosa y en especial, singular, capaz de analizar la identidad colectiva desde un punto de vista por completo nuevo.